Si trabajas por cuenta propia, emites boletas o haces trabajos freelance, probablemente ya sabes lo difícil que es organizar tu plata cuando no ingresa lo mismo todos los meses.

Pero que tus ingresos sean variables no significa que no puedas ahorrar. Solo quizás debas ajustar tu estrategia. En ese sentido, aquí te compartimos algunas ideas para empezar:

1. Ahorra un porcentaje, no una cifra fija

En vez de decir “voy a guardar 50 mil al mes”, prueba ahorrar el 10% o 15% de cada ingreso que recibas. Así te adaptas a los meses “buenos” y a los “más lentos”.

2. Ahorra antes de gastar

Cuando te paguen, separa inmediatamente el dinero que vas a ahorrar. Después organiza el resto para tus gastos. Es más fácil que esperar a ver si queda algo a fin de mes.

3. Crea un fondo para los meses más difíciles

Si un mes te va bien y ganas más, guarda una parte extra como colchón para los meses en que te llegue menos dinero.

4. Separa tus ahorros del dinero del día a día

Puedes usar sobres, una cuenta digital o una app que te permita poner metas de ahorro. ¡Lo importante es que tus finanzas queden separadas, para que no gastes “sin querer”!

Aunque sea poco, lo importante es hacerlo de forma constante. ¡Recuerda! Un ahorro pequeño, pero regular, puede marcar la diferencia.