Muchas personas usan los términos ahorro e inversión como si fueran iguales. Si bien ambos son vitales, cumplen propósitos distintos: el ahorro te da estabilidad y la inversión te permite crecer.

Entender esta diferencia es clave para tomar mejores decisiones. A continuación te explicamos un poco más sobre cada uno:

1. Ahorro

Es la acción de separar una parte de tus ingresos y guardarla. Es tu colchón de seguridad y el recurso disponible para usar en metas de corto plazo (menos de 3 años), como un fondo de emergencia o la acumulación del pie inicial para una vivienda. Su principal característica es el riesgo mínimo y la alta liquidez, es decir, tu dinero está siempre a mano.

2. Inversión:

Consiste en destinar tus ahorros a la adquisición de un activo, con la finalidad de obtener un rendimiento. Su meta es incrementar tu patrimonio a largo plazo (más de 5 años) y, en un primer término, amortiguar el efecto de la inflación en tus finanzas. Aunque implica un riesgo variable, el potencial de crecimiento es mayor que el del ahorro tradicional.

El plan: ahorrar primero, invertir después

Lo principal es tener un plan de ahorro que te permita separar una cantidad de dinero de forma constante. Una vez que tengas un monto ahorrado, el siguiente paso es comenzar a invertir.

El ahorro te da seguridad y la inversión te da crecimiento. ¡Aplica esta estrategia combinada para alcanzar tus objetivos!