CUIDAR TU DINERO
26 May, 2025, / Tiempo de lectura: 1 min
Los avances en efectivo pueden ser una solución rápida cuando necesitas dinero inmediato, pero también pueden convertirse en un problema si no conoces sus costos asociados. Antes de recurrir a ellos, es clave entender cómo funcionan y en qué situaciones conviene utilizarlos.
Un avance en efectivo es un monto que puedes retirar desde tu tarjeta de crédito, a través de un cajero automático o bien como un abono en tu cuenta de débito (avance en cuenta). A diferencia de un crédito convencional, este dinero está disponible de inmediato, sin necesidad de una evaluación crediticia adicional. Sin embargo, tiene costos que pueden hacer que su uso sea riesgoso si no se administra bien:
Comisión por retiro: Puede ser un porcentaje del monto retirado o una tarifa fija, dependiendo del banco.
Intereses: Suelen tener tasas de interés más altas que las compras con tarjeta de crédito.
Cargos adicionales: Si el retiro se hace en un cajero automático o desde otra institución financiera, pueden existir costos extra.
¿Cuándo usarlos?
Si bien es recomendable evitarlos siempre que sea posible, hay situaciones en las que pueden ser útiles:
- Emergencias médicas o gastos urgentes que no puedes cubrir con otros medios.
- Cuando no tienes acceso a una línea de crédito más barata o un ahorro disponible.
- Para aprovechar una oportunidad financiera inmediata que puedas pagar rápidamente.
¿Cuándo evitarlos?
- Para gastos diarios o compras no esenciales.
- Si no tienes claridad sobre cómo lo pagarás rápidamente.
- Cuando existen otras opciones de financiamiento con tasas más bajas, como créditos de consumo o préstamos personales.
Antes de optar por un avance en efectivo, evalúa si realmente lo necesitas y revisa las condiciones de tu banco para evitar pagar de más.