Tener deudas no significa que debas dejar de ahorrar por completo. Aunque parezca contradictorio, destinar una pequeña parte de tus ingresos al ahorro puede ayudarte a enfrentar imprevistos y evitar endeudarte aún más.

¿Por qué ahorrar si tienes deudas? Aunque sea una cantidad mínima, te da un “colchón” para emergencias. Así, si surge un gasto inesperado (como una reparación o un problema de salud), no tendrás que recurrir a más créditos o avances.

A continuación, te dejamos algunos consejos prácticos para ahorrar mientras pagas tus deudas:

Separa un porcentaje fijo para el ahorro: Aunque sea una cantidad pequeña, destina siempre una parte de tus ingresos al ahorro antes de gastar. Puede ser el 5%, el 10% o incluso menos, pero lo importante es que lo hagas de manera constante.

Prioriza las deudas más caras: Si tienes varias deudas, enfócate en pagar primero las que tienen la tasa de interés más alta (tarjetas de crédito, avances en efectivo, etc.). Así reducirás el costo total de tu deuda.

Elige un método de pago que te motive: Puedes aplicar la estrategia de "bola de nieve" (partiendo por la deuda más pequeña) o la "avalancha" (partiendo por la más cara en intereses). Ambas son válidas, lo importante es ser constante.

Reduce gastos innecesarios: Revisa tus gastos mensuales y elimina aquellos que no sean prioritarios. Lo que ahorres en esto, puedes usarlo para adelantar pagos o aumentar tu fondo de emergencia.

Genera ingresos extra si puedes: Si tienes la posibilidad de hacer trabajos adicionales o vender algo que ya no uses, destina esos ingresos al pago de deudas o al ahorro.

¡Recuerda! Ahorrar mientras tienes deudas no significa dejar de cumplir con tus pagos. Es encontrar un equilibrio que te permita salir de las deudas y, al mismo tiempo, empezar a construir una base financiera más segura.